Por su propuesta innovadora, la experiencia de Zavalla, en la provincia de Santa Fe, está entre las nueve más inspiradoras a nivel global sobre alimentación sostenible.

Desde el corazón agrícola de Argentina un innovador proyecto de la localidad de Zavalla fue seleccionado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) como uno de los nueve casos más inspiradores a nivel global en materia de gobernanza para sistemas agroalimentarios sostenibles.
Agroecología en el periurbano
Entre los proyectos destacados, Zavalla brilla con luz propia gracias a su experiencia de más de una década en la implementación de un modelo agroecológico en su zona periurbana, donde además existe una zona de exclusión de 800 metros para el uso de agroquímicos aplicados por vía terrestre y de 3.000 metros para aplicaciones aéreas.
La clave del éxito fue un enfoque participativo e inclusivo impulsado por el presidente comunal, Guillermo Rajmil, médico de profesión y ferviente defensor de la salud pública y la sostenibilidad. Con el respaldo técnico de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y de la Red Nacional de Municipios y Comunidades que fomentan la Agroecología (Renama), se impulsaron políticas locales innovadoras, que dieron resultados positivos y hoy son evaluadas a nivel global.
“Desde la comuna de Zavalla promovemos el derecho de vivir en un ambiente sano, en defensa de la salud, la vida y el medioambiente, sin dejar de lado la necesidad de un modelo productivo sustentable y sostenible”, enfatizó Rajmil, presidente comunal.
Desde hace algunos años, la gestión de Guillermo Rajmil, promovió la llamada “tasa ambiental”, un impuesto mínimo cuya recaudación se destina íntegramente a impulsar los proyectos y producciones agroecológicas en el periurbano.
Este impuesto, pionero a nivel provincial, desde 2021 permite subsidiar y fomentar proyectos agroecológicos. La tasa no es para el propietario del campo, sino para el que trabaja la tierra; no es para generar una renta al que tiene la propiedad, sino para favorecer al que la trabaja.
En ese momento, Claudio Benítez, integrante de Renama destacó que esta tasa significó un cambio de paradigma: «la tasa municipal contribuirá a acompañar el cambio del paradigma productivo, ya que la agroecología es un sistema sustentable por sí mismo».
Molino agroecológico
Uno de los proyectos que permitió desarrollar el cobro de la tasa comunal fue la puesta en marcha de un molino agroecológico, que es el más grande de Sudamérica.
La comuna reconvirtió un molino que llevaba años cerrado, en un molino 100% para harina integral agroecológica ya que la molienda proviene del cereal producido en el periurbano que tiene 100% de certificación y de trazabilidad.
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